
El violín
Don Plutarco, su hijo Genaro y su nieto Lucio llevan una doble vida. Por una parte, son humildes músicos rurales y, por otra, apoyan activamente al movimiento guerrillero campesino contra el gobierno opresor. Cuando el ejército invade el pueblo, los rebeldes deben huir y abandonar las municiones. Don Plutarco hace valer su apariencia de violinista para recuperar las municiones escondidas.